A MI AMIGO JESÚS DE LA OSSA
Me tienes a la espera de tu prisa,
mi querido Jesús, buen secretario.
Soy piscis, como ves, no sagitario,
y hállome sentado como en misa.
Leer es para mí como la brisa,
como el quedo rozar de mi rosario.
¡Llega pronto, Jesús, que ya es calvario
ver pasar a la gente sin sonrisa!
Me tengo que marchar tras la lectura,
tras el rezo, un tanto desolado,
que no por esperar hay más premura.
Después te llamaré, oh alocado,
y podréme expresar con más dulzura,
cuando todo pesar se haya esfumado.
Alfonso Gil
(Durante la espera en la mañana del 21 de noviembre de 2014, a la puerta de tu despacho secretarial)