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martes, 19 de mayo de 2015

MÚSICA FRANCESA DEL SIGLO XX


Música francesa del XX


A mediados del siglo pasado, el Organismo de Radio y Televisión de Francia presentaba unos conciertos de compositores franceses que, editados en discos, llegaron a mis manos a través de una familia amiga. Puedo afirmar que, entonces, eran discos únicos. La emisora estatal francesa intentaba emitir para España estas obras, llenas de belleza, gracia y tipismo. Y, por el resumen que aquí te ofrezco, caro lector, podrás juzgar de su importancia.
En primer lugar, Therese BRENET, que nació en 1935. Alumna de Darío Millot, obtuvo cuatro premios: de armonía, contrapunto, fuga y composición. Fue Gran Premio de Roma en 1962, y había firmado ya una obra subyugante, Fragor, poema para 2 pianos y orquesta, por encargo de la propia ORTF. “Fragor” es una palabra que podría traducirse por “sonido particularmente intenso”. Se adivina el choque y la turbación que Brevet desea provocar en el oyente.
Daniel UDOUNOV es el autor de Diversión Concertante. Escrita para oboe, cuerno inglés y cuerdas, en 1968. De origen búlgaro, nacido en Francia el 6 de julio de 1929, es un músico autodidacta. Las influencias que se advierten en su música son las de Stravinsky, en el dominio del ritmo, y las de Bela Bartok, en el aspecto melódico. Las giras por Estados Unidos e Inglaterra repercutieron en su propia obra. Se conocen de él algunas suites, sonatas y otras partituras de música de cámara.
Enry TOMASÍ fue discípulo de grandes maestros. Ganó el Gran Premio de Roma en 1927. Antes de la II Guerra Mundial, fue designado director musical de la Radio, ocupando el cargo de director de orquesta de la Ópera de Montecarlo desde 1946 a 1950. Compuso varios ballets y óperas, destacándose la Atlántida y San Piero Corso. Las Variaciones en forma de Sonatina, registras en uno de estos discos, fueron escritas para oboe solo, bajo formas de cadencia destinada a acompañar al Concierto en Do para oboe y orquesta de Mozart.
Antoin DISNEE nació en Lourdes en 1932. En el Conservatorio obtuvo el Premio Competición, por unanimidad, en 1963. En años sucesivos acumuló diversos premios discernidos por los más importantes concursos de Europa y América, que lo consagraron como un joven compositor de elevada jerarquía. Entre su copiosa producción podemos señalar los Conciertos n. 2 y 3 para piano y orquesta, laureados en concursos. Yo guardo Cosmogonías, que es una transposición musical de una de las principales teorías científicas sobre la hipótesis de que el sistema cósmico habría surgido de las partículas de la materia. En esta obra hay previstas tres orquestas diferentes, que simbolizan tres universos sometidos a los diversos fenómenos de la metamorfosis universal. Fue seleccionada por la Tribuna Internacional de Compositores de la UNESCO.
Maurice RAVEL ya es un músico conocido cuando, en 1912, los ballets rusos recrean su Dafnis y Cloe, suite n. 2, guardada en estos discos que te digo. Su célebre  Pavana, el Cuarteto para cuerdas, y la Rapsodia española ya habían cimentado la notoriedad del gran compositor, que se consagraría rotundamente en esta obra del disco. El argumento narra los amores de un pastor y una joven, interrumpidos por la irrupción de unos bandidos que raptan a Cloe. 
Jean MARTINON nacía en 1910, el mismo año n que Ravel componía la obra anterior. Se convirtió en uno de los músicos contemporáneos más relevantes. Al igual que Ravel, sintió la llamada de la Grecia Antigua y la expresó en lenguaje musical. Se trata de la Obertura para una tragedia griega, aquí guardada. Entre sus obras de mayor enjundia figuran, también, Música de exilio y el Salmo 58, que te recomiendo para estos días cuaresmales. 
También para estos días está el Stabat Mater de Francois POULENC, del que aquí están la Sonata para flauta y piano y el ballet Les Biches, se presentó en junio de 1957 con la primera de estas obras. La crítica le fue muy favorable. La interpretó, nada menos, Jean Pierre Rampal con el ORTF. Sin embargo, el “ballet” es una obra compuesta a los 24 años de edad. Se trata de una pieza sin argumento, pura fantasía, y la música brota y se expande como un manantial, versionada en cinco partes.
Jean CASTEREDE nació en 1926. En 1953 obtuvo el Gran Premio de Roma. Su Preludio y Fuga, aquí registrado, fue compuesto en 1961.
Y acabo, como empecé, con una compositora, Claude ARRIE. Discípula de Paul Dukas, en 1941 obtuvo el Premio de Italia. Aquí se registra su Concierto para flauta y orquesta en Sol.
Espero haber aportado algunos datos interesantes a tu afición musical, y dejo para otro día hablar de otro francés, Gabriel FAURE, cuyo famosísimo REQUIEM, en su integridad, va a ser interpretado próximamente por el Coro y Orquesta Ciudad de Cehegín, concierto al que te invito gustosamente por tratarse de una primicia coral en esta ciudad, enmarcada en los íntimos días de nuestra Semana Santa.

Alfonso Gil González

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