Desde mi celda doméstica
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martes, 14 de julio de 2015

FLORECILLAS ALFONSINAS (Capítulo Trigesimoctavo)



Capítulo XXXVIII


Primeras reflexiones para un mes de Ejercicios Espirituales


El Dia 1 de enero de 1991 anota el padre Alfonso: “Empecemos el año con el optimismo con que se inicia la Biblia: Tenemos un Padre que es Bondad. Tenemos un Creador que todo lo hizo “bueno”. El mundo, obra suya, es bueno. El sol, la luna, las estrellas… La tierra, las plantas, los animales… TODO ES BUENO, PORQUE ÉL ES BUENO. El año y sus estaciones. Todo, al servicio del Hombre, todo para su felicidad y para que, siendo feliz, viva alegre y agradecido y responsable ante la vida que su Padre le ha dado”. (Estas cosas las fuí escribiendo en los ratos libres que me permitía mi nuevo trabajo).
Día 2. “El rey de la creación” dicen que es el Hombre. No carece el aserto de apoyo bíblico. Pero, “Aquel por quien todo fue hecho” ha dejado señales indelebles de cómo ejercitar ese “reinado”. La paz, el amor, la justicia, la gratitud, el servicio, la verdad. Que todo otro reinar es despotismo. No podemos servir al Creador sin usar bien de su Creación: el macrocosmos y el microcosmos, pero, sobre todo, el Hombre mismo”.
Día 3. “TENTACIÓN, CAÍDA, EXCUSA Y CASTIGO: cuatro patas del banquillo de los acusados en el que todos los humanos se sientan. Cuatro pasos de un mismo proceso. Por ese orden, el uno lleva al otro. Nadie puede liberarse de ser tentado. Muy pocos, y no siempre, evitan la caída. Casi todos encuentran excusas a sus fallos personales. Todos son castigados, porque, como solemos decir bien, en el pecado va la penitencia”.
(Me doy cuenta que voy reflexionando, cada día, al hilo de la Historia de la Salvación, leída precisamente en el Antiguo Testamento. Al menos, en estos primeros días del año 1991. Después, me va a dar pie cualquier cosa, palabra o gesto).
Día 4. “Los hombres somos hermanos, pero la fraternidad no nos hace iguales. Caín y Abel eran hermanos, mas no iguales. Sólo el amor nos iguala, nos pone a la misma altura ante el Padre común. Y la desigualdad proviene del odio, en cualquiera de sus formas. El odio mata a los hermanos. El amor vivifica aún a los muertos. No habrá auténtica fraternidad sin amor”.
Día 5. “Mientras los entendidos discuten si el Diluvio fue o no fue, si refleja un hecho o es parábola, la triste realidad se impone: millones de seres humanos viven como si Dios no existiera, y algunos “Noé” mantienen la conciencia y la vida de su filiación divina. Por eso, el diluvio es una realidad: hambre, guerras, explotación, contaminación…”.
(El día 6, como cada domingo, el padre Alfonso no escribe. Lo dedica a la casa y a la Iglesia).
Día 7. “Arco Iris, paloma, olivo: Paz. La paz es de Dios. La guerra, de los hombres. Pero hoy, en los “diluvios bélicos”, no mueren precisamente los culpables, sino los inocentes. Y es que la justicia de Dios no tiene su reflejo en la humana. Y el perdón tampoco. Somos castigados a nuestra medida. Pero somos perdonados a la medida de Dios. Hay que mirar más veces su ARCO IRIS”.
Día 8. “No es buen cimiento la soberbia para construir una vida, una familia, una sociedad, una historia. Eso sí: la soberbia sirve para dividir todo lo anterior, y lo hace magníficamente. Y es que Dios resiste a los soberbios. En cambio, presta oídos a los humildes. Dios, aunque familia, es UNO. Él hace que los hombres sean UNO”.
Día 9. “La fe, la fe… ABRAHAM. Hay demasiada religión para tan poca fe. Y es que lo uno no es lo mismo que lo otro. Cuando nos fiamos de Dios, somos creyentes, hombres de fe. Cuando nos fiamos de la ley, de la estructura, es decir, de nosotros mismos, somos incrédulos, aunque profesemos religión. Hay fe donde hay obediencia amorosa al Dios imprevisible y desconcertante de Abraham y de JESÚS. Lo demás es otra cosa”.
Día 10. “Si tú al este, yo al oeste”. ¡Qué gran sentido de la convivencia pacífica! La tierra no es tuya ni mía. La tierra es usufructo de todos. Todos tenemos tierra para todos. No litigaré contigo por lo que no es mi propiedad. Es decir, por nada. Amar es mejor que poseer. Y hemos sido creados para lo primero”.
Día 11. “Sé solidario con lo que eres, sé solidario con lo que tienes. Ser y tener ultiman su razón en los demás. Ser persona es ser solidario, es ser para los otros. Acaparar no es tener, es destruir el ser. Vivir no es suficiente, convivir es lo que da sentido al vivir. Pero la convivencia sin solidaridad se hace insoportable”.
Día 12. “Ama la paz por encima de todo. No es fácil construirla. La historia humana es una crónica bélica. Pero no serás instrumento de paz, si tu pensamiento no lleva paz, si tu palabra es violenta, si tu actitud es agria, si tu acción es brusca… Dí todos los días: “Señor, haz de mí un instrumento de tu paz”.
(Sé que, al escribir todo esto, el padre Alfonso está pensando, primeramente, en su familia. Es como un “testamento espiritual”, dictado a trozos, cada día. Lógicamente, es válido para todos cuantos lo lean).



Día 14 de enero de 1991. “Esclavitud y libertad: dos palabras, dos conceptos, dos realidades en las que los humanos nos hacemos y deshacemos. Y, a veces, de modo paradógico: somos libres en situaciones de esclavitud, y esclavo en situaciones externas de libertad. Ahora bien, los esclavos engendran esclavos; los libres, libres. ¿Cuál es tu situación? Busca la libertad y mantente en ella”.
Día 15. “Señor, enséñanos a orar. No es fácil orar de verdad. Rezar, en cambio, cuesta menos y vale menos. Orar supone atención y escucha. Este es mi consejo: Ponte en la presencia de Dios. Si le hablas, que tus palabras puedan resumirse en ésta: GRACIAS. Si le pides, piensa tan sólo en los demás. Como Cristo. Pero no hay mejor método que el PADRENUESTRO”.
Día 16. “Dios no es un ser caprichoso, pero, si no es ÚNICO, no es ÉL. Y eso depende del hombre. Cuanto el hombre es y tiene, a Dios se debe. La coherente conciencia de esa realidad es el “sacrificio” necesario. El corazón, por tanto, es exclusiva propiedad de Dios. Eso lo sabe el creyente: Dios llena el vacío del holocausto realizado con lo que no es Él”.
Día 17. “Cuando el mundo creía respirar una paz más auténtica y duradera, la locura humana abre una brecha bélica de consecuencias imprevisibles. ¿La historia se repite? No exactamente. Pero los hombres caminan muy lentamente hacia la Vida que es Cristo, y esa tardanza permite al enemigo, exterior e interiormente, ir obstaculizando el progreso y madurez de los hijos de Dios. ¡No juegues a pacifista! ¡Sé pacífico=constructor de paz!”.
(Se ve que el padre Alfonso está pendiente de las tristes noticias en el mundo: el asesinato del hijo de Indira Gandhi, la represión iraquí contra los curdos, la guerra de los Balcanes y la del Golfo Pérsico jalonaron, este año, los noticiarios de prensa, radio y televisión).
Día 18. “Dios es justo, sí, Dios es justo, pero su justicia no es como la tuya, ni la mía, ni la de nadie. La justicia de Dios es su misericordia. Que Dios no es divisible, ni en cantidad ni en calidad. Que Dios es amor. Cuando amemos por igual a justos e injustos, a buenos y pecadores…, entenderemos la justicia de Dios. Tú no puedes ser justo sin su misericordia. Y Él no prueba su justicia si no eres misericordioso”.
Día 19. “No acotes tu vida. No cerques propiedades que no tienes, ni puedes tener. Mejor, no te apropies nada, que ni tú mismo te posees. Deja que el Espíritu salga y entre con entera libertad. Sé LIBRE. Si eres libre, los demás respirarán a gusto”,
(Entre los pocos datos que tenemos, este año de 1991, de mi vida socio-laboral, veo que los fines de semana anoto la distribución que hago de los que salen a las distintas iglesias y ciudades para la difusión de la Biblia. Aunque el sistema o modo de esa difusión no era muy conforme a lo que yo pensaba, no disponía, en esa empresa, de otra posibilidad de acción, pues heredaba un estilo de acción anteriormente desarrollado que daba pingües beneficios a patronos y obreros).
Día 21. “No te avergüences de lo que Dios ha creado. No seas maniqueo, ni puritano. No creas que, subiendo, te acercas a Dios. Porque, a mitad de camino, te cruzarás con Él, que se abajó hasta hacerse “pecado”. Por eso, somos suyos totalmente. No es suya el alma, y nuestro el cuerpo. No. Todo es de Dios. Y Dios tiene muy buen gusto”.
Día 22. Los hombres, que no Dios, han hecho incompatibles algunos SACRAMENTOS. Huye de los tales, de sus opiniones, como de la peste. No pienses que Dios dice lo que no puede decir, porque en Él no hay contradicción. No corrijas los planes de Dios, que todo lo ha hecho bien… “y vio Dios que todo era bueno”. 
Día 23. “Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas. Pero no sólo él. Todos aquellos “cuyo Dios es el vientre”. “Lo que nace de la carne es carne. Lo que nace del Espíritu es espíritu”. ¿Cómo cambias el Espíritu por la carne? ¿Cómo alimentarse de espíritu con manjares perecederos? Todos gozamos de la primogenitura del Hijo. No vendamos la parte que nos toca”.
Día 24. “¡Qué hermosa es la vida cuando sentimos la presencia de Quien en ella nos ha puesto! Pero no se trata de sentimiento, sino de certeza. La fe es segura confianza en Aquél de quien nos fiamos. Por eso, donde está el hombre, está Dios. Dios no tiene “lugares” de su presencia. Dios ESTÁ, simplemente. O mejor, todo está en ÉL”.
Día 25. “El hombre tiene tendencia al templo. Dios, en cambio, tiende hacia el hombre. El cristianismo, por eso, no es una religión más. Y es que no hay relación directa entre religión y fe. La fe tiene forma humana. La religión crea otras formas de las que se alimenta y vive. Pero el que vive no tiene cabida en esa estructura. Y si se empeña en hacerlo, “muere”.
Día 26. “La fe conduce a la libertad y la libertad conduce a la fe. Pero los “esclavos” prefieren la seguridad de la religión. Fe es igual a VIDA, vida a VERDAD, verdad a LIBERTAD. Y no hay suficientes cruces para eliminar a los que se fían de Quien es Camino, Verdad y Vida”.
(El 26 era sábado, el último de enero. Durante los fines de semana de este mes, había preparado, por teléfono, las Parroquias para la campaña bíblica, después de las misas de los domingos).
Día 28. (Hago una lista de matrimonios bíblicos: Sara y Abraham, Isaac y Rebeca, Raquel y Jacob, Tobías y Sara, Isabel y Zacarías, José y María… y añado: “Hay otros matrimonios, en la Biblia y en la vida”).
Día 29. “Apenas duele el dolor, cuando por amor se sufre. Y menos, cuando el amor es concreto, y no difuso; cuando es real, y no abstracto; cuando afecta al otro, y no genéricamente a todos los otros. Es decir, el amor comprometido. Y es que, quien ama realmente a alguien, ya ama a todos en él. Pero quien dice que amar a todos, ¿ama, por ello, realmente a alguien?”.  
Día 30. El único ser que se excusa es el hombre, ¿Por qué? Por miedo, fundamentalmente. También, por orgullo. Por esclavitud, siempre. El hombre no necesita cadenas para vivir encarcelado. Ni siquiera salir de sí. Él crea su propia anulación”.
Día 31. “¡Que todo es posible con Dios! ¡Que sí! Pero, no porque creas que está de tu lado, sino estando tú del suyo. Sólo cuando optas íntegramente por Él, saboreas su fuerza, y cómo todo es posible. Mas no estás por Él, si lo manejas. Déjate llevar en todo por Él. Confórmate todo tú a su Voluntad, a su Proyecto, a su Reino. ¡Y tu oración será escuchada!”.

Para alabanza de Cristo. Amén.

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