Desde mi celda doméstica
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lunes, 7 de septiembre de 2015

FLORECILLAS ALFONSINAS Capítulo Septuagesimoséptimo


Capítulo LXXVII


Ataque criminal

El 2 de septiembre de 2001, iniciaba oficialmente su ministerio pastoral el nuevo párroco de Santa María Magdalena, Hernández Chumillas. Al día siguiente, le visitaría mi padre en la casa parroquial. El 9, el nuevo cura le invitaba a un refresco, junto a Pepe Abellán y Sebastián Chico, también sacerdotes. ¡Qué lejos sus pensamientos de lo que pasaría, días después, en el mundo!
Efectivamente, el 11 de septiembre, Nueva York sufrió un ataque terrorista islámico de enorme magnitud. Papá anotaba en su agenda: Día tristísimo: ataque terrorista, a gran escala, en los Estados Unidos de América. El mundo, pendiente de las consecuencias. Las llamadas “Torres Gemelas” se desintegraban con sendos impactos de aviones. Miles de personas murieron en el acto. Un hecho criminal de tal envergadura conmocionó al mundo, y aún creo que estamos viviendo sus consecuencias, a pesar del tiempo. ¿Qué determinará Estados Unidos? Era la pregunta que todos nos hacíamos.
El 29, asistía, en Murcia, a la Comisión Permanente del Secretariado de Hermandades. Sería el 7 de octubre cuando se tendría el Pleno en la residencia del Sagrado Corazón de Guadalupe (Murcia).
 Los Estados Unidos de América iniciaron, ese mismo día, el ataque a Afganistán, como respuesta a los atentados sufridos el pasado 11 de septiembre. El terrorista al que buscaban declaró que ya no habría seguridad para USA. Y se intensificaron las medidas antiterroristas en el todo mundo. De hecho, aunque sin víctimas mortales, el 13, se perpetraba un atentado en la Plaza Colón de Madrid.
El 15, en la iglesia parroquial de El Salvador, de Caravaca, asistió mi padre a la exposición que el Obispo de la Diócesis hizo sobre el Plan de Pastoral para el trienio 2002-2005. Dos días después, acompañó al nuevo párroco de Santa María Magdalena en su visita al alcalde, para hablarle de la reforma de ese templo y de la preparación de la iglesia de la Concepción. Iglesia que visitarían ambos el día 24. Al día siguiente, comió con nosotros en casa.



El 27, asiste, en el aula de cultura de Cajamurcia, al recital de piano de nuestro amigo y paisano, Antonio Agustín González Hidalgo, acompañado de una pianista del Conservatorio de Lorca. La entidad bancaria estaba celebrando su semana grande, cuyo cierre efectuó, al día siguiente, el Coro “Ciudad de Cehegín” y la Banda de la Sociedad Musical de Cehegín, con una magnífico Concierto dado en la iglesia de Santa maría Magdalena.
El 3 de noviembre, asistió al Concierto dado, en la iglesia citada, por el Grupo SILOÉ. Se trataba de un concierto-oración. Al día siguiente, participó en la IV Jornada Diocesana de Hermandades y Cofradías, que tuvo lugar en la sede de la UCAM, en Los Jerónimos de Murcia. Como broche de la misma, y en la Eucaristía presidida por el Obispo Ureña Pastor, mi padre dirigió al Coro “Ciudad de Cehegín” en la Misa Solemne de Santa Cecilia, de Gounod. El obispo dio las gracias al Coro y a su director, a quien saludó efusivamente al terminar la Misa.
El 7 de noviembre, le llamó el alcalde de Cehegín, Pedro Abellán, para comunicarle que prestaba una nave industrial en que guardar, de momento, los enseres de la Semana Santa, que estaban en la iglesia de la Concepción, pues ésta se iba a habilitar para el culto, mientras duren las obras en la de Santa María Magdalena. Efectivamente, el 12, tuvo que estar presente en la iglesia del Paseo (Purísima Concepción), mientras la desalojaban de los tronos de Semana Santa e iniciaban los albañiles la puesta a punto para su reapertura a los fieles.
Asiste, el 16, en la Casa de la Cultura, a una charla sobre la construcción europea. Dos días más tarde, acude con el Coro a cantar a Cartagena, a la iglesia de Santo Domingo, como intercambio con la Coral Armonía, toda de mujeres, que les recibieron extraordinariamente. De hecho, tras el concierto, les dieron de comer en los salones de su sede y unos y otras cantaron fraternalmente.
El 24, pasó la mañana y parte de la tarde con el grupo de periodistas de la Región de Murcia que, invitados por el alcalde, visitaron detenidamente algunos monumentos del casco antiguo, algunas construcciones nuevas, y fueron a comer a la Casa Forestal. Después, hubo de acompañar al Coro, para cantar un Concierto en la iglesia de Santa María de Gracia, de Murcia, como participación de las celebraciones de sus fiestas patronales del barrio murciano.



Entre las entrevistas que hizo, este mes de noviembre, hay que destacar la que efectuó a la famosa periodista y presentadora de Televisión, Nieves Herrero, aprovechando la visita que ésta hizo a Cartagena para realizar el programa que, por ese tiempo, hacía para Radio Nacional de España: Lo que es la vida. La amistad con la citada periodista le venía de muy atrás, por los años en que vivíamos en Madrid.
El 1 de diciembre, participó en la Eucaristía y posterior traslado del Cristo de la Paz, desde la iglesia de Santa María Magdalena hasta la de La Soledad. Los presidentes de cofradías portaron la Imagen a hombros. Y, el 2, participa, en Pliego, en la Jornada de Zona. El Delegado Diocesano le había pedido tuviera una ponencia, lo que hizo brillantemente. Hubo representantes cofrades de Moratalla, Calasparra, Bullas y Mula, y Cehegín, naturalmente, más el Secretariado Diocesano y el vicario episcopal de Caravaca. Mientras, la Coral Armonía, antes citada, devolvía la visita al coro ceheginero.
El 6 de diciembre, asiste, en Caravaca, a la interpretación de la zarzuela Bohemios, en la que cantaba la solista del coro “Ciudad de Cehegín”, Ana Fernández. Tres días después, vuelve a Caravaca, invitado por el Paso Encarnado a la Presentación y Bendición del Trono de la Cofradía del Cristo de la Misericordia. La Eucaristía, celebrada en la Parroquia de la Purísima Concepción, estuvo presidida por su párroco y vicario episcopal, Alfonso Ortiz. Después, hubo un vino español en el restaurante Los Viñales, próximo al Hospital comarcal.
Sin embargo, el 10, en Cehegín, acompañó a las autoridades provinciales en la inauguración de la depuradora. Y, por la tarde, se acercó a la capital panocha para entrevistar al Obispo de la Diócesis. La televisión local guarda un archivo importante de un centenar de entrevistas que papá realizó a diversas personalidades de toda condición. Como, por ejemplo, el 14, a Pilar Varela Morales, psicóloga de TVE y de RNE.



En cambio, el 15, va con el Coro citado a la Parroquia de Santa Eulalia, de Murcia, para dar un concierto, invitados por el Movimiento Vida Ascendente. Pero, luego, el 22, en la iglesia de la Purísima Concepción de Cehegín, cantó la Misa que, presidida por el señor obispo, suponía la reconsagración de tan bella Ermita, después de 445 años. Y, en el mismo recinto, dio el Concierto de Navidad.
El 26, acude a Calasparra, invitado a la inauguración de la semana cultural que organizaba una de las cofradías, la de San Juan y La Dolorosa. El acto se celebró en la Casa de la Cultura de ese pueblo. Hizo uso de la palabra tras las palabras de ambas ciudades. Después, el sexteto de pulso y púa de Cehegín ofreció un hermoso recital. 
Papá escribió al acabar el año 2001: ¡gracias por este 2001 tan dramático en su último cuatrimestre!

Para alabanza de Cristo. Amén.

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