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martes, 6 de octubre de 2015

AMADEUS - 20

Impresionismo musical


Junio de 1994. 
Nacho Duato presentaba coreografías en Palma.
María Bayo cantaba en el Teatro de la Zarzuela con Alfredo Kraus.
Jaume Aragall clausaraba la temporada del Palau.
Se editaba un CD dedicado a obras de Debussy, ligadas al Impresionismo: Preludio a la siesta de un fauno, Nocturnos, La Mer y Rapsodie. De todo ello hacía una lectura con evocación onírica el director Ernest Ansermet, considerado una de las más grandes batutas del siglo XX. Había colaborado con Stravinsky y había llevado a su apogeo a la Orquesta de la Suisse Romande.
Surgía, por entonces, un flautista lleno de ideas: Patrick Gallois. La Deutsche Grammophon le había editado obras de Paganini, Telemann, Rodrigo y Vivaldi.
Se le hacía justicia en la revista "Amadeus" a "una mujer que nunca deseó llegar a ser cantante" y que, no obstante, tenía "una voz con ángel". Se trataba de la soprano Victoria de los Ángeles.
A su vez, el pianista Glenn Gould era tratado como "el último puritano" y como "personaje genial y extravagante, que se creó la leyenda de excéntrico, egocéntrico, misántropo, animal nocturno y extraordinario intérprete de Bach".
En este año de 1994 se cumplía el Cuarto Centenario de la muerte de Giovanni Pierluigi da Palestrina, "la voz sacra del Quinientos".
Nino Rota y Federico Fellini eran "la extraña pareja", pues el cineasta no tenía idea de música, y contaba con Rota para sus películas.
Helsinki era una ciudad abierta a la cultura, "la luz del hielo", con un magnífico teatro lírico "de amplias cristaleras sobre el mar".

Alfonso Gil González

Ansermet dirige PRELUDIO A LA SIESTA DE UN FAUNO

Nocturnos de Debussy por Ansermet

LA MER, por Ansermet

Rapsodie de Debussy para clarinete y piano

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