Desde mi celda doméstica
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miércoles, 25 de noviembre de 2015

FLORECILLAS ALFONSINAS (Capítulo Nonagesimonono)

Capítulo XCIX


Fiesta de San Antonio

El 11 de junio de 2008, se realiza un almuerzo curioso en el restaurante La Muleta, al que va invitado por Antonio Navarro, que preparó un plato de patatas guisadas con conejo. Participaron, igualmente, el alcalde José Soria, el concejal de turismo Francisco Abril, el industrial Juan Maravillas, el cocinero y el gestor de dicho restaurante y dos cámaras de televisión. Se trataba de poner en marcha una serie televisada del buen hacer culinario de Navarro Belmonte.
Al día siguiente, Juan Ruiz del Amor, director del Instituto “Alquipir”, de Cehegín, le envió un ejemplar de la revista  Alba Longa, que publicaba ese centro educativo. El padre Alfonso le hizo una reseña para el periódico “El Noroeste”. Ese día ordenando papeles en casa, se encuentra con la revista de Fiestas de Javalí Viejo, en Murcia), correspondiente al año 1976, en que salía él como predicador del Triduo en honor del Santísimo Sacramento.
El cura de San Antonio, antes citado, le invita a participar en las Fiestas del titular de la Parroquia, celebradas en el fin de semana del 13 al 15 del mes de junio. La Misa solemne y la Procesión estuvieron presididas por el Obispo de la Diócesis. Y, en la mañana del 18, acude al Centro de Día, que entonces estaba en la calle La Tercia, para hablar a los ancianos. Años y años estuvo haciendo esa tarea voluntaria y semanal.
Dos días después, recibe la visita de unos amigos de Jumilla, Manuel y Faustina, que le traen un libro escrito por su amigo el Padre Fermín María García. Se titulaba “Florecillas Santaneras”. Libro que  leyó de un tirón por versar sobre un lugar y unos personajes tan atrayentes para él, como el monasterio de Santa Ana del Monte, en Jumilla, donde él, como ya comenté, hizo el Noviciado en los años 1959/60.
Tras la cena del 26, da un paseo con su esposa por la Gran Vía ceheginera, y ve el espectáculo de un gentío, con banderas nacionales, que se lanzaba a la calle tras la victoria (3-0) de España sobre Rusia, en la Eurocopa de Viena.  
El 3 de julio, el padre Alfonso vuelve a prologar un nuevo libro de Antonio Navarro. Se titulaba “Cocina fácil para hombres”.  Al día siguiente, acude con el párroco de Santa María Magdalena, Serafín Campoy, a casa de Pepe Sáez, para cenar migas y patatas asadas, con motivo de las fiestas en honor de San Juan Bautista, que se celebraban cada año en el barrio de la plaza de toros. El 7, sube a Caravaca para participar en la cena de fin de curso de la Coral Santa Elena, en el restaurante Los Gemelos. Y, el 8, marcha a Hellín (Albacete), en cuyo monasterio de Clarisas se haría la presentación del libro El monasterio de santa Clara de Hellín.
El 9, asiste en Cehegín al funeral celebrado en Santa María Magdalena por el alma de Antonio “el berenjeno”. Presidió el cura Don José, ayudando él en la lectura y en la Comunión. He de decir que, conforme pasaban los años, la asistencia a funerales se le hacía con más frecuencia, aunque no los nombre. Este caso, en concreto, sirva de ejemplo. O, como cuando asiste, el 20 de julio, en Abarán (Murcia), al entierro de la madre de Paco Guillamón, vinculado a la Semana Santa de Cehegín. Y aprovechó para saludar al párroco de San Juan Bautista.
Nota entrañable del día 18 fue la bajada al molino de la huerta de su cuñado Franco del grupo de mayores del Centro de Día. Allí pasaron la jornada, con Eucaristía amenizada por la rondalla de los Animeros del Campillo. Mi padre participó en todo ello, al igual que el padre guardián del convento, Emilio Martínez, si bien la Misa la presidió el cura ceheginero Antonio Muñoz Catalán.
Escribe en su agenda, el 22: La lectura de los Padres del Desierto me hace un bien enorme. Ahora estoy con las conferencias de san Doroteo de Gaza. ¡Increíbles y bellas!
En la tarde del 29, asiste a cantar con el Coro Ciudad de Cehegín, en Santa María Magdalena, los funerales en sufragio del Duque de Ahumada, fallecido en Madrid, y descendiente del fundador de la Guardia Civil. Y julio de 2008 se cerraba con la convocatoria, hecha por el alcalde, a la que asistió, junto con el presidente de la Hermandad de la Virgen, con el presidente de la cofradía de la Pasión de Cristo, con el párroco Serafín y con los concejales de cultura y festejos, para preparar la visita del Obispo de Begastri, título que ostentaba entonces Juan Antonio Martínez Camino.



Iglesia de Canara

En agosto de 2008, recibe a Cristóbal “Manino”. Este le trae un opúsculo que ha escrito sobre la Juventud Antoniana de Cehegín, para que  le ponga prólogo. Por otra parte, ayuda a Amaranta a encontrar canciones tradicionales de España y del resto del mundo, para un trabajo que debe hacer.
En las noches agostinas, después de la cena, sale con su esposa a dar un pequeño paseo por las calles del pueblo y visita a familias amigas. Y, cada semana, como si no fueran vacaciones, graba para la televisión local un informativo de carácter religioso, con que se cerraba el noticiario de cada semana.
El 8 de agosto se inauguraban los Juegos Olímpicos en Pekín. Toda una fantasía. Y, al día siguiente, asiste a la inauguración de la iglesia parroquial de Canara, aldea de Cehegín. Pero la grúa hubo de llevarse el coche por fallo mecánico.
El 15, le visita su amigo Paco Alfonso para entregarle la partitura de “La nana de Casilda”, arreglada para 4 voces y piano por su amigo común Antonio Agustín González Hidalgo, a fin de que el Coro se la estudiase. Pero Paco Alfonso nunca llegó a ver el estreno de esa pieza, especie de “villancico”, dedicada a su nieta.
El 26, visita con el Coro el Asilo de Caravaca, en cuya Capilla canta la Solemne Eucaristía celebrada con motivo de la festividad de la Fundadora de las Hermanitas de los Pobres. Como siempre, estas les obsequiaron con refrescos y dulces. Dos días más tarde, recibe la visita de unos amigos de Puebla de Mula: Alfonso, Mari Carmen, Pepe y Pepa. 
Agosto de 2008 se cerraría con el Pregón de Fiestas, a cargo de Salvador Ruiz de Maya, pronunciado, el 30, en la Sala Camelot, o antiguo Cine Cháver. El padre Alfonso, como cada año, escribía en el libro de fiestas con un artículo referente a un Cehegín de medio siglo atrás. Septiembre, en cambio, se abría con la Exposición fotográfica de Alfonso Ortega, en la Casa de la Cultura. Al día siguiente, el 2, fallecía el padre de su amigo Paco Alfonso, Fernando Gil Tudela, poeta insigne de Cehegín, en el que tenía dedicada una calle. 
El novenario a la Virgen de las Maravillas lo predicaría un padre franciscano, José Luis Parada, algo más joven que él, que le saludó. El 6, presentó el VIII Festival de Bandas de Música “Ciudad de Cehegín”, en la Sala Camelot. Luego, la Sociedad Musical le invitó a la cena que tuvieron los músicos en los Salones Christi de Caravaca de la Cruz. Al día siguiente, 7, participó con el Coro en el Concierto dado conjuntamente con la Banda de Música, que presentó María Sánchez, hija de Antonio el Puro y Antonia, ambos ya fallecidos, con interpretación de obras de Ketelbey, Offenbach, Verdi, Soutullo y Vert, Chueca, Bretón, Vives y Karl Orff.
El día 9, le invita a comer el Grupo Rociero, en el Bar del Camino Verde. Y, por la tarde, participa en la Misa Funeral por el poeta fallecido, cantando con el Coro Parroquial del Convento. Al siguiente día, Festividad de la Virgen de las Maravillas, participa en la Misa Solemne, dirigiendo la Misa de Gounod, a cuyo término el Coro es invitado a tomar un refrigerio en el salón parroquial, Como había venido de Granada su amigo Pedro Garre, éste va a casa y comparte la comida con nosotros: gazpacho y helado con café. Y, naturalmente,  participó en la Procesión de la noche.
Nota curiosa del día 11 fue la visita que él y su esposa hicieron a Fuente Álamo (Murcia), para entregar, en la calle Ganaderos 1, una sortija perdida por una chica de la Banda de Música que había participado en el antedicho Festival de Bandas. Su madre y abuelo no sabían como obsequiarles por el detalle.
El 13, vino a Cehegín Mons. Martínez Camino. Fue recibido en el Ayuntamiento. Se le llevó a visitar el Casco Antiguo de Cehegín. Se le invitó a comer en le Restaurante La Muleta. Por la tarde, visitó el Convento e inauguró la sede de la Cofradía de la Pasión de Cristo, pronunciando el padre Alfonso unas palabras de bienvenida que él respondió cariñosamente. Y, a la noche, celebró Misa de Campaña en la Plaza del Castillo, cantada por el Coro Ciudad de Cehegín. Al día siguiente, 14 y domingo, celebró la Eucaristía en Santa María Magdalena. Él y su esposa se despidieron del Obispo de Begastri, y éste le regaló un libro, con dedicatoria, escrito por Martín Camino sobre la vida y obra de su tío cura.

En alabanza de Cristo. Amén

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