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viernes, 29 de enero de 2016

MIS APUNTES PATRIOS (VIII)



LA ESPAÑA MEDIEVAL


Eran elementos constitutivos de la nacionalidad española en la Edad Media: la Monarquía, la Iglesia, la Nobleza y el Pueblo.
La monarquía dictaba leyes, declaraba la guerra, administraba justicia y acuñaba la moneda.
La nobleza, el clero y el pueblo tenían su representación por medio de las Cortes.
También se originaron en la Edad Media los Municipios, entendidos como agrupaciones de vecinos que nombraban a su Alcalde y demás regidores, encargados de la administración de los bienes comunales.
La Iglesia asumió el papel, entre otros, de recoger y salvar la Cultura. Se fundaron monasterios, escuelas monásticas, escuelas catedralicias y las primeras universidades, como la de Palencia, Salamanca, Sevilla, Valladolid, etc…
La Nobleza, no siempre obediente al rey, edificó y vivía en numerosos castillos, con tropas a sus órdenes.
El Pueblo estaba formado por hombres, bien libres, bien siervos, que tributaban y estaban obligados a ir a la guerra.
Los Caballeros eran altamente estimados por sus virtudes y se dedicaban al oficio de las armas y solían tener castillos y soldados. En un principio eran investidos en el campo de batalla y, posteriormente, en la iglesia.
Es propia de la Edad Media la creación de Órdenes Militares, unas de carácter internacional como los Templarios y Hospitalarios, otras nacionales como Calatrava, Alcántara, Santiago y Montesa. Las internacionales participaron en las Cruzadas, las nacionales en la Reconquista. Todas ellas, además, difundieron la cultura y protegieron las artes.
A medida que avanzaba la Reconquista, surgían nuevos monasterios y diócesis. Entre los monasterios cabe citarse los De Sahagún, Silos, San Pedro de Arlanza, Cardeña, Oña, Ripoll, San Miguel de la Cogolla, Leyre y San Juan de la Peña. En ellos se oraba, se estudiaba y se traducían libros constantemente.
Otra faceta de la España Medieval fue la creación o implantación de Órdenes Religiosas cuyo fin era cristianizar, conservar la cultura y redimir cautivos. Algunas de origen extranjero, Cluny o el Císter o los Franciscanos, otras de origen netamente español, como los Dominicos o los Mercedarios.
Pero, además, la Iglesia trabajó sin descanso en la protección de los humildes. Hizo cuanto pudo por evitar las guerras y creó hospitales y asilos. Gracias a ella, se acrecentó el tesoro de la cultura y se fomentaron todas las virtudes humanas entre el pueblo español.
Por último, debe destacarse en el medievo español la creación de los Fueros y Cartas pueblas, que privilegiaban ciudades o territorios, y los Gremios en que, a partir del siglo XII, los obreros se fueron organizando por secciones del mismo oficio para mejor defender sus intereses comunes. Fruto de todo ello, las actuales Cofradías y los Sindicatos

Alfonso Gil González

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