Desde mi celda doméstica
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viernes, 29 de abril de 2016

AMADEUS - 67

Danza liberada


Octubre de 1998.
Centenario de la Deutsche Grammophon.
En el CD mensual, el "Concierto n. 1 en mi menor" y el "Concierto n. 2 en fa menor" para piano y orquesta, de Chopin. En palabras de Mariu Mariam, Fréderic Chopin es el ave sobre el abismo, genio indiscutido, uno de los músicos más avanzados e influyentes de su tiempo. Las formas del poeta del piano fueron Baladas, Conciertos, Estudios, Impromptus, Mazurcas, Nocturnos, Polonesas, Preludios y Valses.
Ricardo Ruíz Garzón y David Casablancas escribieron sobre el intérprete Murray Perahia, que ya brillaba como pianista a los 19 años y llegó a conquistar los escenarios de todo el mundo.
Mario Pasi nos hablaba de la utopía de la danza libre, recordando a Isadora Duncan, una figura controvertida, que sentía pasión por la Grecia clásica y que se movía entre la improvisación y la naturalidad.
Eduardo Notrica entrevistaba a Rafael Frühbeck de Burgos, cuya visión de la música había cambiado al contacto con los cantantes. Había sido nombrado director emérito de la Orquesta Nacional de España.
En cambio, Juan Carlos Moreno hablaba del país de la sonrisa, Viena, especialmente de Franz Lehar y la Edad de Plata de opereta. Sin embargo, Eugenio Ramallo escribía sobre María José Montiel, una voz para finales del siglo XX, el valor más sólido, para algunos, de la opera en España.
Carlos Delgado nos exponía su criterio sobre la música ética, es decir, sobre el compromiso y la estética de Pau Casals, uno de los mejores violonchelistas del mundo.
González de la Rubia hacía una panorámica de la música de la Generación del 98, entre ópera y zarzuela, entre marchas y habaneras.

Alfonso Gil González
Perahia interpretando a Chopin

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