LA REFORMA frente a LA IGLESIA
La división que se produce a lo largo del siglo XVI, en el seno del cristianismo occidental, constituye un hecho histórico y religioso de enorme trascendencia. Ante un fenómeno tan complejo y profundo como el nacimiento de la Reforma protestante, y el proceso a través del cual los reformadores llegan a romper con la Iglesia católica oficial, es imposible conocer con rigor todas las causas que lo generan. Podemos sintetizarlas en tres fundamentales:
· La nueva imagen de Dios y de la salvación.
· La incapacidad de la jerarquía eclesiástica para ofrecer respuestas a las inquietudes religiosas del pueblo.
· El auge del individualismo y de la religión interior, alejándose de ritos incomprensibles para la mayoría.
Durante su atormentada vida monástica, Lutero es un gran lector de la Biblia, así como de san Agustín y de los místicos alemanes. El problema que más le angustia es sentir constantemente la tentación y la inclinación al mal, el pecado. Esta experiencia le produce un grave sentimiento de culpa, junto con el temor de no poderse salvar. La solución a su drama interior le sobreviene leyendo un texto que se convertirá en la piedra angular del protestantismo oficial. El texto se refiere a la justificación por la fe (Romanos 1, 17). Lutero encuentra la paz al descubrir que sólo la misericordia de Dios nos libera de las consecuencias de nuestros pecados, y que sólo la fe, y no nuestras obras o méritos, nos otorga la salvación.
En la misma época, los dominicos predicaban una indulgencia a través de Alemania para solucionar los gastos del obispado de Maguncia y para colaborar en la construcción de la Basílica de san Pedro en Roma. Ante el asunto de las indulgencias, Lutero ve llegado el momento de exponer públicamente sus doctrinas. Así lo hace al clavar sus 95 tesis contra las indulgencias en la puerta del castillo de Wittenberg. En estas tesis, Lutero rechazaba la falsa seguridad que daban las indulgencias, afirmando que es imposible comprar la gracia de Dios con dinero. Las tesis luteranas se difundieron rápidamente, serenado una viva polémica durante los años 1517 a 1520. El papa León X condena 41 de las 95 tesis luteranas y exige que Lutero se retracte. Lutero quema públicamente la bula papal y escribe las tres obras más significativas de la doctrina protestante:
· Llamada a la nobleza cristiana de la nación alemana, en que critica la tiranía de Roma y defiende el sacerdocio universal.
· La cautividad de Babilonia de la Iglesia, sobre los sacramentos y el control que la jerarquía ejerce con ellos sobre el pueblo. Y…
· La libertad del cristiano, como fruto de quien ha sido iluminado por la fe.
Para evitar nuevas desviaciones en el pueblo fiel, escribe el Catecismo menor y el Catecismo mayor.
En cuanto reformador, Zuinglio es una figura menos influyente que Lutero. Sus ideas y planteamientos son una mezcla de las ideas de Erasmo y de Lutero. Párroco de la catedral de Zurich, atrae hacia la Reforma a toda la ciudad. Como buen nacionalista, piensa que Iglesia y Estado deben caminar juntos. Doctrinalmente, sus premisas más significativas son:
· La presencia de Cristo en la Eucaristía es simplemente simbólica.
· El Bautismo no tiene eficacia por sí mismo.
· El cristiano debe servir a la Palabra de Dios y no a las imágenes de los santos.
Por su parte, Calvino es un francés que estudió en París y Orleans. Su encuentro con loas ideas reformadas lo considera una conversión y se hace teólogo al servicio de los protestantes franceses. Refugiado en Basilea, escribe su principal obra: Institución de la religión cristiana. Sus ideas reformadoras las pone en práctica en Ginebra, cuya organización eclesial la establece con cuatro ministerios: Pastores, Doctores, Ancianos y Diáconos. Todo inspirado en la sagrada Escritura. Calvino no es clérigo, sino laico y el mayor influyente en la Reforma de Francia, Países Bajos, Escocia e Inglaterra.
La ruptura entre el reino de Inglaterra y el papado de Roma tiene su origen en un asunto matrimonial. Enrique VIII no consigue obtener del Papa la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena. Esta anulación la consigue del clero inglés que, además, le reconoce como jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra o Anglicanismo. Isabel I, hija de Ana Bolena, establece definitivamente el anglicanismo.
Alfonso Gil González
